The rainy is really beautiful, but... { Priv. Scarlet Dubocq }

La música, bajo orden de aquel aparato reproductor, resuenan suavemente en los oídos de aquella que antes era un ángel y disfrutaba de pasar horas sobre las suaves y esponjosas nubes que la mecían suavemente mientras disfrutaba de los relatos prolongados por su padre celestial. La suave melodía que se reproducía la inspiraban logrando que sus delicadas manos, con la ayuda del pincel manchado de pintura blanca, plasmara en aquel lienzo aquello que le traía bellos recuerdos, tratando de plasmar aquella textura tan suave y esponjosa que en aquel tiempo disfrutaba.

Aquella mañana del sábado se había levantado un tanto inspirada y con el recuerdo del proyecto que le habían asignado hace como una semana atrás, en el cual la idea era plasmar "aquello que te recuerde lo que alguna vez fuiste o lo que eres" o al menos fueron aquellas las palabras de su excéntrica profesora de dibujo a sabiendas de que la mayoría de sus estudiantes le traerían excelentes proyectos que le contaran historias a sus espectadores. Y para Scar no había un mejor recuerdo que aquel cuando disfrutaba de ser esa pequeña y traviesa ángel que volaba con total libertad por aquel y majestuoso cielo.

Había decidido que el jardín era el lugar perfecto para plasmar su arte, tras ser un sitio tranquilo y poco poblado era perfecto para concentrarse y que nada ni nadie osara interrumpirla. Además ¿Que mejor lugar que un jardín para apreciar el cielo y la naturaleza que le regala a la tierra? La repuesta era obvia: ningún lugar era el mejor.

Con aquella hiperactividad que la caracteriza y muy emocionada, alrededor de la nueve de la mañana salió con prisas de su residencia trastabillando por la cantidad de objetos que ocupaba pero que eran necesarios para realizar su arte. Al llegar a su destino, a puro milagro pues tuvo por caerse varias veces por las escaleras, sin contar cuando tropezaba con algún que otro estudiante solo por que quedarse observando el primer chico guapo que le pasara por el frente. Su padre celestial seguro estaría negando con la cabeza aquella actitud ¿Cuando cambiará?.

Ocupó una de las casetas, que trabajaba como parte de la decoración de aquel tan hermoso lugar, ordenando todo para su comodidad comenzó con su trabajo, no había mucho que pensar ya la idea estaba en su mente solo era cuestión de plasmarlo en el lienzo, y eso fue lo que comenzó a hacer. Así pasaron las horas y ella ni enterada de cual era la que se marcaba, solo la sensación del hambre que la inundaban, por suerte había traído su almuerzo por lo que se puso de pié para buscarle cuando la lluvia cayó al instante sin previo aviso para que las personas de la tierra corrieran a refugiase sin llegar a mojarse, y eso solo significaba una cosa que hizo que soltara una leve carcajada. Sus hermanos estaban molestando a la madre naturaleza, que era una mujer algo gruñona y de sentimiento sensibles que no soportaba mucho a los pequeños ángeles traviesos, de echo podría decirse que ella también fue parte de ese grupo y hasta podía jurar que era a la que menos soportaba.

Negó divertida tras el recuerdo cuando sus azulados ojos se posaron en una chica de cabellos castaños que corría para refugiarse de la insistente lluvia que se había desatado - ¡Hey! - le había llamado para que se acercara y se refugiara donde ella estaba, pero era claro que no la había escuchado pues la chica siguió corriendo quedando parada bajo un árbol que estaba un poco mas alejado. La rubia de manera rápida busco el paraguas que siempre llevaba consigo dentro de su bolso y salió a buscarla, era claro que si llegaba a soplar el viento, cosa que no ponía en duda, terminaría agitando las ramas y estas terminarían soltando todo el agua que en ese momento retienen. Ya a pocos paso de la desconocida llegó a ver un pequeño zapato entre el lodo y bajo la lluvia, con su mano libre lo tomó y acorto los pasos entre la chica y ella - Hola - intentó llamar su atención - creo que esto es tuyo - mostró una sonrisa mientras mostraba el zapato en su mano.

Spoiler: