Primeros días [Tem.priv]

por **Zen D. Bazarab** Jue Jul 30, 2015 3:01 pm

Había una vez....¿enserio? no,esto no es un cuento.Como todo día Zen se levantó temprano y procedió a lavarse la cara, los dientes, vestirse y a dar un paseo de madrugada.Este albino aun era nuevo en este lugar, no conocía mucho realmente, había pasado solo unas cuantas veces por los salones, pasillos, pero aun se enredaba, su campo siempre era abierto, las llanuras, montañas, bosques, y estar en un lugar completamente enserado le parecía una jaula, o mejor dicho prisión.

Ya habían pasado como cinco días desde su llegada, no había hecho amigos realmente, y mucho menos conocidos, una típica charla con un profesor, cero trabajos grupales,y la típica mirada de haste un lado del albino.

Caminando por un lado que nunca se había atrevido a entrar, un lugar en el cual la flora le hacia recordar al lugar en donde jugaba con su hermana, la brisa del viento helado a las 5 am solo lo hacía poner mas nostálgico, y el pobre chico solo podía caminar y divagar recordando su sonrisa, sin embargo, cuando ya se notaba el sol sonrió un poco hacia el cambio del cielo, sabía muy bien que a Sara (su hermana) no le gustaría verlo así y mucho meno por su muerte, así que solo siguió su camino, al fin estaba en un nuevo sitio, donde no podía ser discriminado por lo que era, y donde no hacían criaturas que le apuntaran con lanzas y antorchas, y mucho menos que buscaran cazarlo y colgarlo de una pared....

por **Darsey O. Godin** Jue Jul 30, 2015 6:45 pm

Hacía poco que había empezado el curso, y, por ende, las actividades de los clubes deportivos. Todo el mundo empezaba con muchas energías, hasta los profesores, y yo, que siempre estaba en modo "ahorrar energía" fuera de las canchas, lo pasaba realmente mal. Me gustaba aprender, y adoraba participar en las actividades de los clubes hasta que caía rendido del cansancio, pero en cuanto me tomaba un pequeño respiro, por muy leve y corto que fuera, volvía a la pereza y me desanimaba enseguida. No podía evitarlo. La mayor parte del tiempo sólo quería descansar, dormir, y no mover ni un dedo, por muy necesarias que fueran las horas largas y eternas que dedicaba a aprender cosas que, en teoría, debería haber aprendido hacía años. Por el amor de Dios, ¡todavía me costaba contar sin dedos! Por muy triste que pudiera parecer, para mí era todo un logro. Cuando por fin conseguí restar cincuenta menos dieciséis sin usar las manos casi di un salto de felicidad.

Peeeeeeero, por las mañanas mi cuerpo se activaba. Hasta que salía el sol y me daba una ducha, un chute de adrenalina me recorría las venas y me motivaba para despertarme cada mañana. Como cada día salí a correr, dando la vuelta al campus desde, aproximadamente, las cuatro hasta que salía el sol, cuando llegaba con mayor o menor exactitud a mi habitación de nuevo. Era una rutina que me ayudaba a empezar el día con ganas y evitaba que comenzara con mal pie, pues me relajaba, aclaraba las ideas, y me ponía de muy buen humor. En eso estaba cuando me encontré con un muchacho por los jardines con aire tristón. Pensé que quizá le pasaba algo, y recordando a la chica rara del pudin de la última vez, decidí que no pasaba nada si paraba la sesión en ese momento. De todos modos faltaba poco para terminar el recorrido y parecía algo depre...

-¿Estás bien?-le pregunté acercándome a él, sudado por el movimiento y con la respiración algo acelerada.

por **Zen D. Bazarab** Vie Jul 31, 2015 1:52 pm

El pobre hombre, o mejor dicho joven, con la cabeza algo agachada por tales recuerdos, parecía un triste perro abandonado, y no, no estaba exagerando.Caminar y caminar, era lo único que hacía y con tal vez una notoria y falsa sonrisa andaba por el jardín, las flores y el cielo ya despejado por el eran fantásticos, se notaba como poco a poco los grillos iban apagando los ruidos que frecuentemente hacen, muchos de los animales pequeños que habitaban en el jardín también despertaban y algunos se dormían. Las clases aun comenzaban mas tarde, puesto que el albino seguía paseando un rato.Ya que luego volvería a lo que para el es una "jaula", o como le dicen los profesores, a si , "salón de clases", donde se supone los preparan para su gran futuro!!!, claro como si todos buscaran eso.

Lo que Zen mas anhelaba es la venganza de su hermana, el culpable de todo era un general de alto rango en las épocas antiguas, pero este ya habría muerto, lo único que el sabía era el nombre de este, pero ubicación , familia, hogar , parientes, no sabía nada, si bien la venganza en su mente era grande, la curiosidad de saber quien provocó la muerte de su hermana abundaba en sus pensamientos, su hermana era una gran guerrera, testaruda y un poco torpe a veces, pero en el campo de batalla era otra persona, que tan grande era ese hombre capaz de matar a una miembro de su familia.

Dando un suspiro hacia el cielo, viendo viejos recuerdos, si, el tío estaba loco a tal punto que veía alucinaciones en el cielo. Y en eso ¿Estás bien?, esa frase hizo que el joven albino diera un salto atrás algo asustado, pensando que estaba solo el había bajado completamente su guardia y casi con el reflejo estaba a punto de desenvainar su espada, por los...¿quien eres? y no me des esos sustos, algo ya calmado, observó bien al joven, y su olor parecía algo peculiar...parecia al de un humano, ¿pero lo era? había algo diferente en él, el aroma era casi el mismo !respóndeme de una vez, ¿quien eres?! dijo algo exaltado, lo que detesta era esa raza llamada humana, y puede que haya encontrado a uno, sin embargo el no parecía uno de ellos, ¿que era? o ¿quien era?...

por **Darsey O. Godin** Dom Ago 02, 2015 12:01 am

-Perdón, es que creí que estabas deprimido y...-expliqué, dándome cuenta de que, realmente, aquello era muy extraño. No sé, supongo que la gente se asusta cuando les viene un tío grande, alto y sudado y les pregunta cosas raras sin venir a cuento. Que en teoría aquella no era una cosa rara, pero en ese contexto... pues casi todo lo era, la verdad. Supongo que si preguntaba por fuego o algo parecido sería algo menos siniestro, pero no me parecía que eso fuera a colar. ¿Qué haría un fumador a esas horas haciendo footing? Quiero decir, lo de fumar y correr no suelen ir muy de la mano, teniendo en cuenta que una cosa hace que la otra sea algo bastante... duro. O eso tengo entendido. No pregunté mucho cuando nos dieron una explicación sobre los daños del tabaco, claro que supe que no fumaría en la vida al ver aquel par de pulmones negro, seco, y terriblemente empequeñecido. Fue bastante desagradable, a decir verdad. ¡Aunque fue bastante interesante! Fue la primera vez que vi unos pulmones en directo... Y la última, seamos sinceros. Luego miré fotografías de pulmones sanos, pero no era lo mismo. Aunque daban más repelús. Con la sangre, y coágulos por todas partes... ¿No es fascinante ver cómo se coagula la sangre? Cuando ya no fluye no se seca, no se endurece, no se filtra: se coagula. Es como decir que se hace gelatina de sangre. ¡Mola mucho! Aunque tocarlo da algo de yuyu...

-Me llamo Darsey.-me presenté algo a desgana, con el ceño fruncido, muy extrañado, sacando pecho para parecer todavía más alto por instinto. No podía evitarlo. Aunque no quisiera provocar una pelea, saltaba como un muelle ante las provocaciones. Era malo, lo sé, pero no sabía cómo evitarlo. ¿Pero, en cualquier caso, a éste qué le pasaba? Sólo le había hecho una pregunta, no era para tanto... Nota mental: no hablarle a la gente de buenas a primeras, se asustan y gritan cosas raras. Nota mental para la nota mental: apuntar en la libreta la nota mental. ¿Qué pasa? Si no hago estas cosas me olvido de todo. No es culpa mía-Pero relájate, no te he hecho nada, así que baja esos humos.-dije aún con esa expresión poco amable-¿Y tú quién eres?-inquirí cruzándome de brazos.

por **Zen D. Bazarab** Dom Oct 04, 2015 6:00 pm

Usualmente, Zen no bajaría su guardia, siempre ha estado atento con lo que lo rodea como todo noble dragón, lo que los caballeros siempre han perseguido es el honor ante todo y bajo esas enseñanzas estaba la habilidad de no bajar la guardia, clase aprendida debido al arte del esgrima.Pero en sí el debía superar todo, o al menos debería pero lo único que hace que se despierte era el motivo y odio que posee a los humanos, esas criaturas ignorantes que solo se causan daño el uno al otro y puede que ahora mismo, frente a él se encontrara uno.

El olor de aquella persona que logro asustar a tal noble era humano y a la vez no, no se sabía exactamente que era, pero el joven se aventuró a querer conocerlo - Un placer Darcey- dijo calmado el alvino, algo que el no olvida son los modales, y mucho menos su puesto de noble o su antepasado puesto de noble -Mi nombre es Zen- este albino no era del todo conversador por así decirlo, siempre ha sido amable y de poco habla, ha pasado casi toda su vida solo, así que no conoce muchas cosas.La mañana ya estaba dibujada en el cielo y corría un clima algo húmedo, en eso la campana dió su gran sonido indicando que las clases ya habían comenzado, y estos dos estaban algo lejos, primer día y casi tarde, eso sería una gran deshonra para él -Oye, sera mejor que nos apuremos, o nos pondrán un castigo o algo peor- dijo, algo listo para ir corriendo hacia el lugar.

Spoiler:

por **Darsey O. Godin** Mar Oct 06, 2015 4:24 pm

Aquel chico me confundía. Parecía educado y amable y todo eso, pero... no sé, me confundía. Igual era que todavía estaba con la mentalidad de deporte y que en general era lento y todo eso, pero me parecía raro. Parecía muy obsesionado con eso de saber quién era, pero luego hacía como que nada y se comportaba la mar de simpático. Dejando una obvia distancia de desconfianza, como era natural, pero simpático al fin y al cabo. O no sé, todos me parecen bastante majos, a decir verdad. Si fuera por mí sería amigo de todo el mundo... Pero como hay de todo y no siempre me llevo bien con las personas por una razón u otra, pues no puede ser. Aunque me gustaría conocer mejor a este muchacho. Me parecía interesante. Raro, pero interesante. Iba muy recto y serio, como uno de esos caballeros de Artiyuro (creo que se llamaba así) o un guardia de seguridad. Una vez leí en una guía del mundo que en Inglaterra, esté donde esté, hay unos hombres que no se mueven nunca, menos para el cambio de guardia. ¡Nunca! Yo lo encontraba muy interesante, aunque no había podido meterme mucho en ese tema porque enseguida se me olvidaba.

-Mucho gusto.-sonreí anchamente, como siempre. Iba a decir algo para romper más el hielo y entablar una conversación como dios mandaba, pero ciertamente el timbre sonó e instintivamente miré la hora en mi reloj de muñeca. Era viejo y estaba muy gastado (todavía no entendía por qué seguía funcionando) pero marcaba correctamente la hora, así que no veía razones para tirarlo. Además, tampoco tenía tanto dinero ahorrado como para poder gastarlo en esas cosas, y necesitaba todo lo que pudiera reunir en caso de tener que irme otra vez a dios sabe dónde. Podía parecer malo, y ciertamente lo era, pero siempre intentaba mirar el lado bueno. Así descubría sitios muy bonitos que definitivamente algún día visitaría con más tranquilidad y tiempo. Ahora tenía ambas cosas, pero me sentía demasiado protegido allí en la escuela como para salir así como así. Con la simple idea de que estuvieran esperando allí fuera... glups.-¡Mierda, qué tarde!-exclamé echando a correr, rezando por poder llegar a primera hora a tiempo.

FDR:

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