Cosas que pasan ¿o no? {Prv. Sans}

Era un dia frío, helado dirían algunos, pero para el pelinegro no había nada más reconfortante que aquello. Ese tipo de clima le alegraba los días y lo mantenia activo, con más ánimos, aunque ni eso lograba sacarle la pereza que siempre arrastraba consigo. Eran las diez pasadas y aún seguia tumbado en la cama, ignorando por completo el hecho de que era jueves y tenia clases. Era un joven aplicado, sí, sólo cunado se trataba de aquello que realmente le apasionaba; la música. Aparte de las clases relacionadas con ella, solo asistía a las otras en ocasiones, lo justo para tener el mínimo de asistencia que se necesita para aprobar.

El despertador sonó, fuerte, insistente y pesado, como de costumbre. Y de igual modo, como era ya una rutina para él, lo lanzó conta la pared con todas sus fuerzas para que se callara(?) Era un aparato resistente, lleno de magulladuras, tornillos medio sueltos y brechas por aquí y por allá, pero hacía su función a la perfección; era casí inmortal(?) O eso creía él hasta que esa mañana, por primera vez desde que se lo regalaron, calló. Normalmente se mantenia sonando durante horas, hasta que el demonio llegaba a su límite y se levantaba para silenciarlo. Era uno de esos despertadores que costaban de parar, hecho especialmente de ese modo para que se levantara en serio, aunque usualmente tardaba bastante en hacerle afecto. Ese dia, pero, que callara dejó al pelinegro atónito. Esperaba que siguiera sonando como siempre lo hacia, pero no, no fue así. Se levantó perezoso y miró el aparato, medio dormido, chascando la lengua- Ah, eres tan problemático -Murmuró, empezando a vestirse con lo primero que encontraba en su sillón. Se peinó despreocupadamente con los dedos y finalmente, sin preocuparse demasiado de si se veia medianamente presentable o no, salió de su habitación, dirigiéndose a las oficinas.

Al llegar se plantó frente a la oficina (o "taller") del técnico, abriendo la puerta sin llamar- ¿Buenas? -Dijo, mirando por los alrededores mientras soltaba un bostezo, aún medio dormido- Mi trasto no funciona ¿Crees que se pueda arreglar? -Dijo, preguntando al aire, pues aún no lograba divisar el paradero del ajeno.