La historia de un Nian

Debido a su edad avanzada, es un hombre terriblemente conservador en cuanto a costumbres, a veces es muy testarudo en sus opiniones, le parece que el mundo está en decadencia respecto a ello, pero aplaude la manera en que las personas crean consciencia sobre los derechos de todos los seres vivos y no solo en el poder de gobernar absolutamente a todo ser viviente por medio de títulos y dinero.

Es naturalmente reservado, no le gusta entablar relaciones con otros seres porque no tiene la suficiente confianza para crear un vínculo con nadie, por eso a pesar de que sea bueno y de carácter amable, da la apariencia de ser frío, indiferente y cortante. Para sacar conversación con Hai es necesario hablar primero, aunque eso no es garantía de que vaya a seguir la charla, incluso evita dar los buenos días a los demás, sólo pasa de largo de todo y todos.

Es alguien que pasa totalmente desapercibido en cuanto a su manera de ser, sí no le echas la vista encima, es posible que ignores su presencia totalmente. No es una persona problemática, es más bien de los que evita los problemas, sí ve algo demasiado complicado, busca la manera de rodear el problema.

Valora mucho su privacidad, por lo que el tiempo que no pasa trabajando, se mantiene en su habitación. Tiene un horario planeado para cada hora de su día, normalmente entre semana: se levanta, sale a correr, se ducha, va al trabajo, regresa por la noche a ducharse a su habitación, hace sus quehaceres, disfruta de algún entretenimiento y se va a la cama. Los fines de semana que tiene libres suele viajar a algún lugar con agua.

Esto no quiere decir que Yen sea alguien insensible por el contrario es más bien que desconoce las alegrías, en realidad le pesa mucho la soledad y es bastante tímido, no suele expresar su sentir a menos que esté terriblemente mal y exaltado, lo cual es más que inusual, improbable; es difícil sacarlo de quicio porque es increíblemente templado, la sangre le corre lento debido a su origen de reptil.

Sí hay algo que le despierte interés de las personas o sujetos es, la belleza que poseen, es un rasgo muy superficial, pero Hai se fija y secretamente tiene deseos de entablar relaciones con personas que son sumamente hermosas, por eso es usual que ante una mujer bella su comportamiento sea desastroso e inusual, puede llegar a actuar muy diferente frente ellas, pocos hombres han llamado su atención y se siente raro cuando los ve, por eso evita verlos, además él cree que fijarse en los hombres es una conducta extraña y reprobable, así que sí eres un hombre hermoso, es muy probable que Yen no te hable jamás en su vida.

Nació en cautiverio, su madre fue capturada cuando estaba embarazada de él, los primeros años de su vida los pasó en un monasterio en China, atado del cuello a un barrote de la jaula donde estaban prisioneros ella y él. Su madre era usada como bestia de carga y transporte, la mantenían atada con una montura de cuero roja, le habían arrancado las garras, la despojaron de sus colmillos y sus cuernos fueron limados hasta perder el filo… aun así ella seguía siendo hermosa. Todas las noches llegaba agotada a la jaula, vistiendo ropas rojas y su correa atada permanentemente, guardando tras una sonrisa tierna todo el dolor de irse marchitando lentamente; Le es posible recordar la manera como le abrazaba, le dejaba dormir contra su pecho, aún tiene bien grabado el olor a miel que desprendía su pelo, así como su voz reconfortante que le cantaba hasta que ambos dormían. Más de una vez intentó quitarle las crines, le dolía verla así, porque con cada día su cabello azabache se volvía blanco y las escamas se le iban cayendo.

Ella era la única persona que con la que tenía contacto, eso fue hasta que cumplió cinco años, el inicio de su nueva vida, desde ese día no volvió a ver a su madre. Los monjes lo regalaron a la dinastía Zhou, en ese entonces fue la mascota exótica del emperador. Fue dado como prenda en un arreglo con el señor, para que el monasterio no fuera invadido y destupido por los guerreros imperiales. Dentro del palacio su jaula estaba en el sótano, había una persona que le llevaba alimento una vez al día y que sólo veía durante unos minutos; al menos veinte años permaneció casi en completa soledad, recordaba el idioma y apenas sabía leer, lo que hacía todo el día era pintar en tinta, hacía siempre un dibujo del rostro de su madre y de las cosas que había visto la única vez que estuvo fuera, lo hacía para no olvidar, para no perder su mente, aunque hoy en día apenas recuerda los rasgos de la cara de su progenitora.

Cuando alcanzó su edad madura el emperador decidió exhibirlo, por lo que tuvo que ser educado, afortunadamente aprendía rápido, sin embargo eso no evitó que le fueran propinados muchos golpes con garrotes de hierro en su forma humana, más dócil y susceptible al dolor; sí se transformaba el collar que le ponían podía ahorcarlo, así que tuvo que aprender a serenarse y obedecer. Él no fue una bestia de carga como su madre, las crines que le apresaban eran de seda roja, "el caballo del emperador", era usado para ir a la guerra con otras naciones, donde era su mejor arma por el miedo que infundía y el terrible poder destructivo, era la barrera protectora del emperador, durante las invasiones tuvo que matar a muchos humanos… aún lleva el peso de esas muertes violentas en su consciencia, aún lo lamenta.

Fue la mascota de la dinastía Zhou hasta que ellos fueron derrocados del poder por los grupos rebeldes de suprimidos ansiaban un cambio ante el abuso. Pasó de mando, uno tras otro sucesor hasta que el palacio cayó,  él fue encontrado encerrado en su jaula, nadie sabía que él era la bestia Nian, sin saberlo los pueblerinos le regalaron su libertad al sacarlo de allí. Por años estuvo vagando ahora que era libre se dio cuenta de que no pertenecía a ningún lugar, se mantenía de las escamas que iba mudando, porque cuando estas se desprendían de su cuerpo dejaban de ser verdes y se convertían en oro, que vendía para su manutención, trató de adaptarse, pero en cada pueblo era despedido en medio de una turba, inconscientemente los humanos sabían que él no era como ellos, así que cuando cumplió 1 583 años, más o menos, no lo recuerda bien, se retiró a vivir como ermitaño bajo el mar, pero la soledad casi le volvió loco, después de eso subió a la superficie de nuevo, sólo para volver a ser rechazado por la humanidad. Quizá el tiempo que transcurrió después fue el más provechoso para él, pues había sólo una cosa que la humanidad podía ofrecerle: el conocimiento. Durante los años pasados la vida no había cambiado mucho pero después de lo que él calculaba era su cumpleaños número 2 050 la humanidad empezó a revolucionarse como espuma en efervescencia, dándole la oportunidad de estudiar, se versó en muchas áreas del saber. Hambriento de la ciencia y las artes, se dedicaba a adquirir conocimientos, aunque nada parecía quedarse permanentemente en su gusto, excepto un tema en particular del que la humanidad poco sabía pero que bebío e investigó hasta sus raíces: mitología, eso le regresó la vida, saber que había otros como él, los no humanos.

Después de tantos años viviendo con los humanos desarrolló un sistema. Tres años, eso era lo que duraba en cada ciudad que se instalaba. Después de ello se retiraba, abandonando todas sus pertenencias, para volver a empezar de cero, ese modo de vida le llevó a enterarse de aquella extraña escuela que sonaba como un lejano paraíso, casi 223 años después… tardó su tiempo encontrar la ubicación de Solche Prestige. Para su sorpresa era todo lo que había escuchado, allí había sólo criaturas como él, decidió entonces que se quedaría allí a vivir, que ese sería el primer hogar que tendría en toda su vida, lo agradeció profundamente. Hoy en día es el encargado de la cafetería de la universidad.

HaiQiao es un hombre de contextura fuerte, puede notarse en el ancho de sus hombros, la firmeza de su espalda y el grosor de los músculos en sus brazos, a pesar de ello luce una figura que da la apariencia de ser delgada por su estatura superior a los 1,95 metros y sus extremidades largas, debido a esa contextura  tiene un peso cercano a los cien kilogramos.

Su cabello es largo hasta la mitad de los muslos, la mata de pelo de Yen es impresionante, por no decir abundante, grueso y lacio. Su mayor atributo es su negrura, tan espesa es que que el reflejo en la cabellera depende totalmente de la luz en el lugar donde éste. De igual forma hace contraste con su piel, qué es quizá demasiado blanca, conserva apenas un tenue color amarillo que delata que es piel y no papel.

Tiene un rostro bien parecido, más bien apuesto y bastante exótico, pues sus ojos son celeste, rasgo no característico de la raza oriental, más aún porque conserva los rasgos más distintivos de la gente de Asia: cara larga y ojo rasgado.

No tiene tatuajes pero sí varios lunares dispersos por todos lados, también varias cicatrices, mayoritariamente en la espalda, los brazos y el pecho, tiene una en el muslo izquierdo esa es una quemadura que sufrió en cautiverio.



Es la primer etapa que abre puerta a su apariencia real y tiene que ver con cambios superficiales ya que no pierde su morfología bípeda. Aunque el esqueleto cambia de tamaño, llegando a medir pasados los dos metros de altura, preparación para la segunda etapa de su transformación.

Su cuerpo se cubre parcialmente de escamas verdes, y desarrolla membranas entre los dedos, tanto de las manos como los pies; allí en las puntas las uñas estas engrosan y saltan negras, sin el hueso recubriendo el diamante, tienen incluso un filo más feroz durante este lapso, aunque la piedra preciosa es relativamente fácil de arrancar de sus dedos.

De igual modo que las garras, los colmillos superiores laterales se hacen más prominentes, incapaces de quedarse guardados en la boca sobresalen de entre los labios, la dentadura se modifica totalmente hasta que todos los dientes se vuelven caninos de punta afilada. Los cuernos nacen y toman su forma natural, midiendo cerca de cincuenta centímetros arriba.  

Su melena pierde color hasta quedar marrón claro, como la melena de un león macho joven, el pelo le crece por la espina hasta la espalda y desarrolla una cola como la de los grandes felinos, peluda al final del rabo y recubierta de escamas. Los ojos de Yen sufren un cambio, no en su color celeste, sino en la forma de su pupila, que se estrecha como la de los felinos.



Se vuelve más ancho y pesado, quizá duplica su peso humano, empezando por los hombros que se enanchan hasta alcanzar un metro de coyuntura a coyuntura, puede levantar su cuerpo en dos patas pero no por mucho tiempo, se vuelve un cuadrupedo por completo. Así que sus dimensiones oscilan entre un metro y medio a dos de alto, un metro de ancho y cuatro metros metros de largo con la cola añadida, esto no contempla sus cuernos que por sí solos miden cerca de medio metro. La forma que adquiere es parecida a la de un león adulto pero un poco más grande.

La piel termina de escamarse, creciendo en capas como si fuera una armadura, cada una de estas se vuelve una cortina gruesa verde olivo, que funciona como aislante y protector para su dueño. Es difícil perforar sus escamas, pero no imposible, es capaz de aguantar el impacto de balas de pistolas pequeñas desde la distancia, pero no perforadoras de alto calibre como la de los francotiradores, así mismo es casi imposible cortarla con armas blancas. Sus escamas parecen tener un diseño al final de cada capa, pero esto es sólo producto del cambio que tienen cuando las va mudando. A pesar de ser tan gruesa la piel que lo recubre, es también muy flexible y suave al tacto, lo que le permite el movimiento sin problema.

Su rostro pierde los rasgos humanos, naciendo de ella más pelo y asomando una nariz muy animal, al igual que sus orejas que se camuflan entre el follaje de su melena. Los dedos ensanchan la membrana entre ellos, haciendo que se unan y pierda su oponible, las garras terminan de recubrirse de hueso y el cambio final es cuando sus ojos terminan por restablecerse dorados del iris.

Puede nadar a la velocidad de un pez vela e incluso superarlo, lo que sería alrededor de 100 K/H bajo la superficie, sobre la superficie cerca de los 80 K/H. Puede correr en tierra a una velocidad de 60 K/H ambas en su forma de bestia.

Es un animal de agua, pero también de terrestre, por lo cual puede respirar sin problema en los dos ámbitos; también la piel de su cuerpo como bestia tiene una resistencia natural al frío y al fuego, al ser animal de las profundidades, puede ver perfectamente en lugares con poca luz.  

Tiene fuerza sobrehumana, lo que equivale un treinta por ciento más, y sus sentidos mucho más sensibles que los humanos, oído y olfato.

Sus cuernos están hechos de hueso puro, crecen anudados a franjas lisas de diamante negro, lo cual los hace casi irrompibles, su dureza es tal, que puede empalar a una vaca sin problemas. Sus garras son de diamante por dentro y están revestidas de hueso, así que desgarran con facilidad.



Tiene buena mano para cocinar, en su mayoría platillos con carne, incluso sabe hacer pan, pero no repostería.

Habla siete diferentes lenguas, en las cuales tiene un cien por ciento de entendimiento: chino mandarín, japonés, coreano, inglés, italiano, latín y español.

Tiene una caligrafía impecable en pergamino con tinta, de hecho se le dificulta el escribir con bolígrafos, pintar en acuarela es uno de sus grandes talentos.

Es habilidoso al tocar la flauta, la guitarra, el arpa, el laúd y la cítara, también es hábil en el origami.

Domina dos estilos de lucha, el KungFu y Judo, en suma sabe manejar la espada con ambas manos.







Control moderado sobre el agua, lo cual le permite andar en la superficie del agua sin hundirse, crear olas de un metro de altura, suspender bolas de agua de un peso aproximado de 90 K, o crear burbujas de aire dentro del agua, con un volumen similar; es posible que le la forma que desee al agua. No es posible cambiarla de estado, no puede volverla gas o hielo, y no puede controlarla durante estos estados.



Sus cuernos y escamas tienen dos funciones, las principales para atacar y defender respectivamente, la segunda hace referencia a una función específica: pueden despedir luminiscencia dorada, el diamante negro que lo compone es capaz de brillar suavemente al igual que las escamas.



Debido a su relación con el agua, tiene afinidad con las plantas y los animales, es capaz de infundir en ellos un impulso de vida, no es que tenga control sobre ellos, sólo es capaz de transferirles de su propia vitalidad mágica, lo cual los hace crecer sanos. Le basta con tocarlos y rezar un poco. En humanos y seres similares tiene un ligero efecto curativo.

*Duración estándar de dos post por habilidad y período de espera de tres post.





Debido a su oído y olfato hiperdesarrollados es sensible a los olores fuertes y a los sonidos de altos decibeles, puede llegar a quedar inhabilitarlo dependiendo de la intensidad de los mismos. Lo que sucede también con las luces muy brillantes, pueden llegar a cegarlo por un período más largo de tiempo que a un individuo normal.

Los Nian pueden ser fácilmente atrapados, siempre y cuando sean amarrados con un lazo rojo, o puestos en una jaula roja, para ellos es imposible romper cosas que estén teñidas con ese color debido a una maldición, incluso pueden ser atados con hilos rojos y no podrán zafarse de sus ataduras.

Cuando un Nian llega a una edad madura su crecimiento físico se detiene, son extremadamente longevos y mucha gente los cree eternos, pero no son inmortales, es posible matarlos. Debajo de las escamas principales de su pecho hay una abertura dorada que dirige directamente a su corazón basta con introducir fuego o un arma punzocortante allí para acabar con su vida.

Debido a que las células del Nian están en constante ciclo de vida y muerte, debe consumir al menos diez kilogramos de carne fresca diaria en verano, en invierno la cantidad puede duplicarse o triplicarse; son calorías vitales para la manutención de su organismo, puede morir sí descuida su alimentación varios días, quema calorías tan rápido como las consume para mantener su apariencia joven, cuando un Nian no come envejece desproporcionadamente rápido, es cuestión de días para que envejezca hasta hacerse polvo.

Cuando está en su forma humana es débil a los cambios bruscos y extremos de temperatura, sí no tiene cuidado puede llegar a morir de hipotermia o hipertermia, una vez que su sangre de reptil cambia su temperatura le es muy tormentoso y difícil volver a los agradables 36° C, incluso si cambia a su verdadera forma.




Una espada larga que guarda debajo de la cama, hace tiempo que no práctica con ella, perteneció a la dinastía Zhou.

Jamás ha tenido seres cercanos a él, no sabe lo que es tener un amigo o pareja, sabe lo que es ser funcional y practico. Por eso le es casi imposible relacionarse con otros más allá del trabajo.

Hai sabe que nació durante el primer día del año nuevo chino, pero no recuerda la fecha exacta, ni siquiera está seguro del año, por eso lo festeja el 15 de Febrero y calcula más o menos que nació en el 877 a. C., pero no lo sabe con certeza, así como tampoco sabe la localización del monasterio donde tenían a su madre, cuando obtuvo su libertad fue a buscarla pero no encontró rastro de los monjes, como sí jamás hubieran existido.

No tuvo control de sus poderes, ni sabía que era capaz de hacer. Cuando alcanzó su edad adulta, fueron los propios humanos de la dinastía Zhou quienes le entrenaron y enseñaron a ser una bestia de batalla, es por ello que a diferencia de lo que pasó con su madre él tiene garras y sus cuernos están intactos.

Suele vestir de manera anticuada, cuando está de servicio usa el uniforme, pero en su casa y cuando sale de paseo al mar se viste de manera tradicional con su hanfu, cuando va a correr usa qipao y trenza su cabello.

No tiene una sola prenda roja en toda su ropa, ni una cosa de color rojo en su habitación.




Las escamas de su cuerpo al caer se vuelven hojas de oro, ese es un gran beneficio cuando está corto de dinero, considerando que más de la mitad de su sueldo se va en comida para mantener su salud. Su sangre es fría a pesar de tener las características de un mamífero, conserva ese rasgo de los reptiles y un corazón flojo que bombea muy lento, a veces puede parecer más muerto que vivo.  

Puede mantener su forma humana aún debajo del agua, no tiene necesidad de cambiar o transformarse en ningún nivel para poder respirar bajo ella, aunque no es recomendable que nade así durante el invierno, su sangre podría congelarse.

Jamás en su vida se ha cortado el cabello, cuando este alcanzó la mitad de sus muslos dejó de crecer, este pesa alrededor de tres a cuatro kilos por sí mismo.  No sabe porque dejó de crecer y sí se lo corta no está seguro de que crezca de nuevo.

El Nian desconoce su propio rostro, es incapaz de ver su reflejo en cualquier superficie reflejante, a cambio lo que ve es su apariencia real, aunque esto no sucede en las fotografías, donde podría ser posible ver su cara, lástima que nunca ha intentado tomarse una.

Su esqueleto es de diamante negro, aunque el propio Hai desconozca este hecho, pues jamás se ha roto un hueso, tampoco sabe que sí usara su poder "shine" parecería una medusa luminiscente y todos podrían ver la forma de sus huesos.

Sus poderes están íntimamente relacionados con su impulso de vida, por lo cual sí está triste es posible que no tenga control alguno sobre ellos y termine dañándose a sí mismo en medio del caos.

El agua, mar, ríos, lagunas, piscinas e incluso se queda mucho tiempo en la bañera por lo mismo.
Le gusta salir a correr temprano por la mañana.
Los lugares cálidos y de gran belleza natural.
De vez en cuando cultiva plantas medicinales y flores.
El silencio, o la música clásica en tono bajo.
Los animales en general, los prefiere a la compañía de otras criaturas.




Los humanos.
Lugares con mucha gente.
El clima frío, en su forma humana no tiene la protección de la piel y es sensible al cambio climático.
Qué lo despierten mientras está descansando.
No tolera que toquen su comida o que beban de su vaso, en caso de que suceda no vuelve a tocar sus alimentos.