Noche tranquila en la común [Privado]

por **Imriel Dwyrsar Dhra'fhtag** Sáb Ene 02, 2016 4:30 pm

Miré por la ventana por enésima vez, rascándome el brazo casi por acto mecánico. Era esa hermosa época del año en la que mudaba escamas, y, por ende, se me caía la piel. El equitativo en la versión humana, supongo. La cuestión es que se me caía la piel. El primer día no era nada importante, las primeras capas, aquellas que, de todos modos, se renuevan cada poco... Pero al segundo día comenzaba a tener heridas importantes y era todo un drama. ¡No os podéis ni imaginar lo complicado que era cambiar las sábanas con tanta piel muerta de por medio! Así que había decido ir a hacer limpieza a una zona más pública, donde al menos yo no tendría que lavar nada. Todo más práctico.

Me crucé de piernas y me concentré en un lado del antebrazo donde mi carne parecía tener predilección por desprenderse. No salía sangre casi nunca, pero aquello comenzaba a enrojecerse de manera preocupante. O lo habría sido para cualquiera que tuviera un mínimo de sensibilidad en la piel. Para bien o para mal, a mí solo me incordiaba. Escocía un tanto, sí, pero nada comparado con lo que debería ser. A veces me había llegado a preguntar porqué era así de... peculiar, pero siempre llegaba a la conclusión de que todo tendría sentido si recuperara la memoria. Al final había terminado por dejar el tema. No valía la pena darle vueltas a algo que no tenía solución. Ya ni siquiera tenía la esperanza de saber de dónde venía, así que realmente poco importaba. El presente era más importante, ¿no?

Bufé y comencé a rascar el otro brazo, ignorando la pila de piel muerta que se acumulaba a mis pies.