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Absolutamente todas las tablillas utilizadas en el foro fueron creadas por el staff, y únicamente para nuestro foro. Muy por el contrario, ninguna de las imágenes nos pertenece, aunque todas han sido editadas en photoshop por el Staff. Las imágenes han sido sacadas de Zerochan, Pixiv y Deviantart. Los físicos de Galamoth son de "Nafah" en deviantart también.
Agradecemos a foroactivo por los tutoriales. Por último especificamos que todo el material que los usuarios posteen aquí pertenece solo al usuario. El plagio no será tolerado, sean originales, por favor.
Quiero agradecer primordialmente a mi staff, que ha sido quien me ha motivado a seguir con este proyecto. Agradezco especialmente a Kashia Bythesea por ayudarme a buscar las imágenes para variadas labores, siempre muy dispuesta. Agradezco especialmente Darsey O. Gobin por impulsarnos a salir adelante incluso aunque los tiempos se vean difíciles y comencemos a cansarnos. Así es como se sale adelante: en equipo y con amor.
Por último y muy importante agradezco a todos los usuarios que han mantenido a este foro vivo, muchas gracias.
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Placid song [Libre]
3 participantes
Solche Prestige :: Explanada :: Jardines
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Placid song [Libre]
Los jardines eran el lugar perfecto, hacía poco tiempo que había llegado a aquella universidad y la verdad es que, aunque me gustase la gente, me sentía algo abrumado, demasiadas caras nuevas y cosas a las que acostumbrarse. Suspiré tranquilamente y me senté en uno de los bancos de piedra que se repartían por aquella explanada. Los caminos de grava que la recorrían serpenteaban como riachuelos por ese manto de color verde. había arboles y setos repartidos por el sendero. De hecho, ese mismo banco estaba cubierto por una agradable sombra que difuminaba los rayos de sol del mediodía. La temperatura era agradable, ni muy cálida ni muy fría. Era un día realmente agradable.
Dejé el estuche del laúd a mi lado y lo abrí para sacar mi instrumento. Acaricié su lisa madera y disfrute con su contorno, había pocas cosas que me resultasen más atractivas que el contorno de mi laúd, lo conocía tan bien como a mi mismo. Sonreí para mi mismo y toqué unas pocas notas de prueba, luego ajusté las clavijas para afinar las notas y volví a probar. Una vez satisfecho con el resultado comencé a tocar. Mis dedos se movían ágiles por el mástil, seguros, rápidos. La melodía brotaba y se extendía por el campo circundante, llenando un vacío que hasta entonces no se había podido notar, un silencio que no se podía notar. La música daba vida a las cosas.
No estaba tocando ninguna canción en particular, simplemente dejaba que mis manos recorriesen el mástil componiendo la melodía que salía de lo más profundo de mí, una música que podía representar perfectamente mi estado de ánimo, la notas sonaban en rápida sucesión formando alegres acordes, era una música que alegraba el corazón, que daba ganas de bailar, de saltar, de sonreirle a la vida. Estaba concentrado en la melodía, en la música. Tanto que apenas notaba lo que ocurría a mi alrededor. Estaba en paz, tranquilo, sereno y la melodía lo transmitía perfectamente. Nada me hacía sentir mejor que mi música.
El sonido de un laúd es potente pues está hecho para sonar por encima de las voces y los gritos de las tabernas, tal vez por eso no escuché a nadie acercarse.
Dejé el estuche del laúd a mi lado y lo abrí para sacar mi instrumento. Acaricié su lisa madera y disfrute con su contorno, había pocas cosas que me resultasen más atractivas que el contorno de mi laúd, lo conocía tan bien como a mi mismo. Sonreí para mi mismo y toqué unas pocas notas de prueba, luego ajusté las clavijas para afinar las notas y volví a probar. Una vez satisfecho con el resultado comencé a tocar. Mis dedos se movían ágiles por el mástil, seguros, rápidos. La melodía brotaba y se extendía por el campo circundante, llenando un vacío que hasta entonces no se había podido notar, un silencio que no se podía notar. La música daba vida a las cosas.
No estaba tocando ninguna canción en particular, simplemente dejaba que mis manos recorriesen el mástil componiendo la melodía que salía de lo más profundo de mí, una música que podía representar perfectamente mi estado de ánimo, la notas sonaban en rápida sucesión formando alegres acordes, era una música que alegraba el corazón, que daba ganas de bailar, de saltar, de sonreirle a la vida. Estaba concentrado en la melodía, en la música. Tanto que apenas notaba lo que ocurría a mi alrededor. Estaba en paz, tranquilo, sereno y la melodía lo transmitía perfectamente. Nada me hacía sentir mejor que mi música.
El sonido de un laúd es potente pues está hecho para sonar por encima de las voces y los gritos de las tabernas, tal vez por eso no escuché a nadie acercarse.
Arion Nyx- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Acababa de llegar a la universidad pocas horas antes y la abundancia de cemento hacía que me sintiera completamente extraño y comprimido, como si inconscientemente supiera que me sería dificil transformarme allí. Sabía que tendría que acostumbrarme pronto y no me sería complicado ya que la adaptación era sencilla para mí pero tendría que concederme algunos días. Así que lo primero que hice tras dejar mis cosas en la habitación fue bajar a los jardines para sentirme un poco más cómodo en mi entorno.
Ya en la explanada me escondí detrás de tres árboles donde nadie podía verme y procedí a quitarme la ropa. Sí, sonaba muy extraño, pero prefería no tener que mendigar por ropa para poder cubrirme en forma humana. Según terminé de desnudarme, dejé la ropa en el suelo momentáneamente y comencé la transformación.
Era un sentimiento extraño el que sentía siempre que lo hacía pero venía acompañado de una enorme sensación de libertad. Mis piernas comenzaron a juntarse rápidamente convirtiéndose en una sola, el pecho y la espalda se estiraban y deformaban en un ángulo imposible, mis brazos se alargaban y se dividían en varias ramas y mi pelo se convertía en cientos de hojas que cubrían la copa.
Una vez transformado en mi verdadero yo comencé a andar lentamente. Me era totalmente imposible andar a una velocidad normal en forma Ent, las raíces se introducían en el suelo y las ramas se enredaban con los demás árboles. Tras varios minutos estirando las raíces escuché unos sonidos desconocidos y atrayentes que parecía que me decían que fuera.
Lo que observé fue a un chico tocando grácilmente un instrumento. Parecía que lo disfrutaba y eso solo significaba que hacía disfrutar a los demás. Me coloqué a su lado a seguir regocijándome con la música.
Ya en la explanada me escondí detrás de tres árboles donde nadie podía verme y procedí a quitarme la ropa. Sí, sonaba muy extraño, pero prefería no tener que mendigar por ropa para poder cubrirme en forma humana. Según terminé de desnudarme, dejé la ropa en el suelo momentáneamente y comencé la transformación.
Era un sentimiento extraño el que sentía siempre que lo hacía pero venía acompañado de una enorme sensación de libertad. Mis piernas comenzaron a juntarse rápidamente convirtiéndose en una sola, el pecho y la espalda se estiraban y deformaban en un ángulo imposible, mis brazos se alargaban y se dividían en varias ramas y mi pelo se convertía en cientos de hojas que cubrían la copa.
Una vez transformado en mi verdadero yo comencé a andar lentamente. Me era totalmente imposible andar a una velocidad normal en forma Ent, las raíces se introducían en el suelo y las ramas se enredaban con los demás árboles. Tras varios minutos estirando las raíces escuché unos sonidos desconocidos y atrayentes que parecía que me decían que fuera.
Lo que observé fue a un chico tocando grácilmente un instrumento. Parecía que lo disfrutaba y eso solo significaba que hacía disfrutar a los demás. Me coloqué a su lado a seguir regocijándome con la música.
Eccho Fagus- Sexo :
Raza : Ent
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Re: Placid song [Libre]
Miré la carpeta un par de segundos mientras intentaba memorizar los nombres que en ella estaban escritos, bien pareciese que habiendo estudiado lo que había estudiado estaría preparada para memorizar cualquier cosa, pero eso no era del todo cierto, era extremadamente mala recordando nombres y caras, quizás por la diversidad de personas que habían pasado por mis ojos y luego desaparecido en el sueño eterno. El caso era que los nombres no ayudaban para nada y es que dudaba que fuese capaz de pronunciar algo semejante y que se pareciese a aquel nombre que yacía escrito en la blanca carpeta. "Eccho Fagus... Arion Nyx" Memoricé una vez mas. ¿Porque estaban esos dos nombres en mi lista? Buena pregunta, fácil de responder, pues yo sería su nueva tutora a partir de ese mismo momento.
Suspiré en cierta forma exhausta abriendo la puerta que daba del edificio principal al jardín, cerré los ojos e inspiré profundamente. El aire fresco y puro llenó mis pulmones, lo adornaban frescas fragancias de todas las distintas flores que allí se cultivaban solo por el echo de ser preciosas y elegantes, al menos en cierta forma.
Tranquila, inspirada y sin muchas ganas de adentrarme en aquel mundo lleno de papeleo, eché a andar por la gravilla. Mis botas crujían sobre la superficie haciendo que varias de las piedras del camino se removiesen bajo mi peso. Mis almendrados ojos se fijaron en el suelo y describieron el juguetón patrón que seguían mis pies. El camino parecía indefinido, al menos no me importaba demasiado mi destino, solo seguía, inconscientemente, la música que parecía atraerme. Suave, dulce, armónica; cualquiera se habría sentido tentado de seguir aquella melodía que acompañaba el lugar y mi subconsciente lo sabía. Mi ensimismamiento era grande y mientras me perdía por los extensos, ya casi bosques, de aquel hermoso jardín acudieron a mis ojos formas conocidas y poco identificadas.
Abrí los ojos por un momento cuando caí en la cuenta del lugar y el momento en el que me encontraba, ahí, donde fui completamente consciente de todo mi alrededor, encontré algo que nunca me habría imaginado -¿Ro-pa?- No me extrañé sin embargo. Había conocido muchachos cuyas transformaciones rajaban cada centímetro de sus prendas, pero normalmente si alguien era lo suficientemente consciente para quitárselas se las llevaba. Sonreí suavemente agachándome y doblando la ropa cuidadosamente mientras la custodiaba con delicadeza en mis brazos. -Tendré que regresarla- Y lo habría echo, de no ser porque aquel sonido que había guiado mis pasos sonaba cada vez mas cerca. Incapaz de contenter mi propia curiosidad me acerqué y paré en seco.
Había visto muchas cosas en mi vida pero pocas como aquella, pues no todos los días una se encontraba a un árbol-humanoide, encandilado por un joven tocando lo que parecía un laúd, instrumento mas antiguo casi que la propia existencia del ser humano. Esperé sin embargo a que acabase o al menos a no interrumpir cualquier cosa que estuviese ocurriendo. Ya habría tiempo para excusarse.
Suspiré en cierta forma exhausta abriendo la puerta que daba del edificio principal al jardín, cerré los ojos e inspiré profundamente. El aire fresco y puro llenó mis pulmones, lo adornaban frescas fragancias de todas las distintas flores que allí se cultivaban solo por el echo de ser preciosas y elegantes, al menos en cierta forma.
Tranquila, inspirada y sin muchas ganas de adentrarme en aquel mundo lleno de papeleo, eché a andar por la gravilla. Mis botas crujían sobre la superficie haciendo que varias de las piedras del camino se removiesen bajo mi peso. Mis almendrados ojos se fijaron en el suelo y describieron el juguetón patrón que seguían mis pies. El camino parecía indefinido, al menos no me importaba demasiado mi destino, solo seguía, inconscientemente, la música que parecía atraerme. Suave, dulce, armónica; cualquiera se habría sentido tentado de seguir aquella melodía que acompañaba el lugar y mi subconsciente lo sabía. Mi ensimismamiento era grande y mientras me perdía por los extensos, ya casi bosques, de aquel hermoso jardín acudieron a mis ojos formas conocidas y poco identificadas.
Abrí los ojos por un momento cuando caí en la cuenta del lugar y el momento en el que me encontraba, ahí, donde fui completamente consciente de todo mi alrededor, encontré algo que nunca me habría imaginado -¿Ro-pa?- No me extrañé sin embargo. Había conocido muchachos cuyas transformaciones rajaban cada centímetro de sus prendas, pero normalmente si alguien era lo suficientemente consciente para quitárselas se las llevaba. Sonreí suavemente agachándome y doblando la ropa cuidadosamente mientras la custodiaba con delicadeza en mis brazos. -Tendré que regresarla- Y lo habría echo, de no ser porque aquel sonido que había guiado mis pasos sonaba cada vez mas cerca. Incapaz de contenter mi propia curiosidad me acerqué y paré en seco.
Había visto muchas cosas en mi vida pero pocas como aquella, pues no todos los días una se encontraba a un árbol-humanoide, encandilado por un joven tocando lo que parecía un laúd, instrumento mas antiguo casi que la propia existencia del ser humano. Esperé sin embargo a que acabase o al menos a no interrumpir cualquier cosa que estuviese ocurriendo. Ya habría tiempo para excusarse.
Mika Tanner- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Destejí con cuidado aquello toda la música que con tanto esmero había ido hilando. Poco a poco las nota fueron apaciguándose, cuando hube terminado solté el aire que ni siquiera sabía que estaba conteniendo y abrí los ojos. Miré a mi alrededor y me sorprendió ver un árbol donde antes no había ninguno, lo contemplé curioso hasta que comprendí que no era un árbol normal. Sonreí abiertamente a aquel ent que se había acercado a escucharme. No era la primera vez que veía una de esas criaturas, mi familia había viajado mucho y mi raza siempre había estado estrechamente relacionada con la vida natural pero siempre me habían parecido unas criaturas imponentes.
Al lado del árbol había una chica joven, menuda y de pelo azul celeste. En un primer momento no la había visto, al lado de aquella enorme criatura ella parecía minúscula, pero una vez te habías dado cuenta de su presencia era imposible apartar la vista, era el pelo, seguro. La sonreí también a ella y saludé inclinando la cabeza. Con cuidado dejé mi laúd en su estuche y lo dejé sobre el banco destapado para que le diese un poco el sol. Me levanté despacio y me acerqué al ent con paso tranquilo mientras desvanecía el glammour que me hacía parecer humano, el aire vibró un momento a mi alrededor revelando mi verdadera forma. Mis piernas pasaron a ser las de un carnero, mis orejas se alargaron y en mi cabeza apareció una cornamenta de la que me sentía especialmente orgulloso. Me detuve a varios metros de los dos visitantes sin parar de sonreír.
-Buenos días. Espero que hayáis disfrutado del concierto, la verdad es que no esperaba tener compañía. -Comenté con alegría. La verdad es que la música estaba para que la escuchasen, para colmar los corazones de la gente, sin embargo yo no había estado tocando cualquier canción, había estado tocando la canción que se escondía dentro de mí. Eso era algo muy personal y resultaba un poco... ¿Molesto? ¿Vergonzoso?
Al lado del árbol había una chica joven, menuda y de pelo azul celeste. En un primer momento no la había visto, al lado de aquella enorme criatura ella parecía minúscula, pero una vez te habías dado cuenta de su presencia era imposible apartar la vista, era el pelo, seguro. La sonreí también a ella y saludé inclinando la cabeza. Con cuidado dejé mi laúd en su estuche y lo dejé sobre el banco destapado para que le diese un poco el sol. Me levanté despacio y me acerqué al ent con paso tranquilo mientras desvanecía el glammour que me hacía parecer humano, el aire vibró un momento a mi alrededor revelando mi verdadera forma. Mis piernas pasaron a ser las de un carnero, mis orejas se alargaron y en mi cabeza apareció una cornamenta de la que me sentía especialmente orgulloso. Me detuve a varios metros de los dos visitantes sin parar de sonreír.
-Buenos días. Espero que hayáis disfrutado del concierto, la verdad es que no esperaba tener compañía. -Comenté con alegría. La verdad es que la música estaba para que la escuchasen, para colmar los corazones de la gente, sin embargo yo no había estado tocando cualquier canción, había estado tocando la canción que se escondía dentro de mí. Eso era algo muy personal y resultaba un poco... ¿Molesto? ¿Vergonzoso?
Arion Nyx- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Mis pasos me habían llevado inconscientemente al origen de la música y casi al momento una pequeñaja había aparecido con mi ropa en la mano. Siempre me la quitaba para evitar romperla en la transformación y no era la primera vez que la olvidaba en el suelo pero eso no evitaba que me avergonzara por ese hecho.
Mu -mientras hablaba miré de reojo a aquel ser que se acababa de transformar. chas gra -estaba fascinado con lo que me acaba de encontrar, jamás había visto un sátiro. Sabía como eran, los había estudiado en mi bosque, pero la conexión que los ents sentían con los sátiros era legendaria. cias.
Como tuviera que seguir hablando en forma ent podía tirarme horas para construir una simple frase así que era mejor que dejara de hablar. Estiré lentamente una rama para tocar el pelo de aquel ser que me atraía tanto, pero me atraía como ser, no sexualmente.
Por un lado quería transformarme otra vez en humano para poder hablar mejor pero me resistía a hacerlo, con lo bien que me sentía en forma ent. Mis raíces estaban bien profundas en el suelo y comencé a recoger todo el agua y nutrientes que podía, tenía bastante hambre. Ya cuando me convirtiera en humano introduciría algo sólido en mi estómago, aunque no era estrictamente necesario. Podía subsistir días sin consumir ningún alimento.
Mu -mientras hablaba miré de reojo a aquel ser que se acababa de transformar. chas gra -estaba fascinado con lo que me acaba de encontrar, jamás había visto un sátiro. Sabía como eran, los había estudiado en mi bosque, pero la conexión que los ents sentían con los sátiros era legendaria. cias.
Como tuviera que seguir hablando en forma ent podía tirarme horas para construir una simple frase así que era mejor que dejara de hablar. Estiré lentamente una rama para tocar el pelo de aquel ser que me atraía tanto, pero me atraía como ser, no sexualmente.
Por un lado quería transformarme otra vez en humano para poder hablar mejor pero me resistía a hacerlo, con lo bien que me sentía en forma ent. Mis raíces estaban bien profundas en el suelo y comencé a recoger todo el agua y nutrientes que podía, tenía bastante hambre. Ya cuando me convirtiera en humano introduciría algo sólido en mi estómago, aunque no era estrictamente necesario. Podía subsistir días sin consumir ningún alimento.
Eccho Fagus- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Lo último que hubiese querido, sin duda alguna, era importunar a ambos... "muchachos". Aun que estaba tremendamente confusa, se podía ver que el moreno era un muchacho y sin embargo aquel árbol me dejaba cuanto poco confundida. Esperé sin decir una sola palabra hasta que el moreno terminó de tocar aquel instrumento y después de admirar la naturaleza de mi compañero sus ojos se posaron en los míos, alcé la mano muy suavemente mientras depositaba la ropa en la otra y le saludé, esbozando una tímida sonrisa. Luego miré al arbol alzando mi cabeza todo lo que podía, saludandole de la misma forma o quizá no exactamente igual. Podría haberme sorprendido ante la repentina transformación del sátiro, sin embargo tras un momento de estupefacción simplemente asentí para mi misma. "¿Que otra cosa podía llamar la atención de un ser tan natural como un ent, si no era un sátiro con su laúd?"
Aquel pensamiento me hizo reír, solo faltaba una nínfa para aquel espectáculo maravilloso. Suspiré dando un par de palmas -Disculpanos por ser los entrometidos, de echo no creo que debas disculparte tu, ha sido, maravilloso- susurré con dulzura, con esa voz suave y aterciopelada natural. Era cierto en cierta forma, ambos eramos aquella parte que compartíamos. Giré mi vista al ent, aun que no la subí lo suficiente para mirarle a la cara, puesto que la diferencia de altura era tanta que casi dolía mirarle. Esperé con paciencia a que terminase de hablar antes de dar un par de pasos hacia aquel lugar de encuentro y terminé por posar la ropa en una de sus ramas. -Ten cuidado con esto, podrías perderla la proxima vez y en forma de arbol no podrías entrar a la universidad- reprendí con cierto cariño, acomodandola bien. -Además, me vais a perdonar que ahora mismo no os acompañe- apenada bajé con lentitud la cabeza.
Aún mantenía la convicción de no mostrar aquella parte que tanto podía asustar, aun que mi centro y sentimiento seguía siendo completamente pares a ellos. Mis ojos siguieron al fauno que se movía como si estuviese en paz con el elemento tierra, no era como el pesado y lento árbol, era grácil, sutil, tanto como aquella música que había sonado y solo por ello compartía mi simpatía. Giré la mirada para romper la armonía y mirar aquel reloj, suspiré. -Bueno muchachos- Alcé la cabeza suspirando solo una vez mas. Mi yo interna quería quedarse mas tiempo, mientras que mis deberes pesaban mucho mas de lo que yo quería. -Tengo que marchar, tengo que encontrar a los dos nuevos alumnos que han llegado hace unas pocas horas- Me despedí con un toque al gran arbol en una de sus ramas y con una sonrisa al otro muchacho a la vez que movía mis dedos en modo de despedida, giré mis pasos para volver a mirar la carpeta y susurrar ambos nombres -Arion Nyx, Eccho Fagus...-
Aquel pensamiento me hizo reír, solo faltaba una nínfa para aquel espectáculo maravilloso. Suspiré dando un par de palmas -Disculpanos por ser los entrometidos, de echo no creo que debas disculparte tu, ha sido, maravilloso- susurré con dulzura, con esa voz suave y aterciopelada natural. Era cierto en cierta forma, ambos eramos aquella parte que compartíamos. Giré mi vista al ent, aun que no la subí lo suficiente para mirarle a la cara, puesto que la diferencia de altura era tanta que casi dolía mirarle. Esperé con paciencia a que terminase de hablar antes de dar un par de pasos hacia aquel lugar de encuentro y terminé por posar la ropa en una de sus ramas. -Ten cuidado con esto, podrías perderla la proxima vez y en forma de arbol no podrías entrar a la universidad- reprendí con cierto cariño, acomodandola bien. -Además, me vais a perdonar que ahora mismo no os acompañe- apenada bajé con lentitud la cabeza.
Aún mantenía la convicción de no mostrar aquella parte que tanto podía asustar, aun que mi centro y sentimiento seguía siendo completamente pares a ellos. Mis ojos siguieron al fauno que se movía como si estuviese en paz con el elemento tierra, no era como el pesado y lento árbol, era grácil, sutil, tanto como aquella música que había sonado y solo por ello compartía mi simpatía. Giré la mirada para romper la armonía y mirar aquel reloj, suspiré. -Bueno muchachos- Alcé la cabeza suspirando solo una vez mas. Mi yo interna quería quedarse mas tiempo, mientras que mis deberes pesaban mucho mas de lo que yo quería. -Tengo que marchar, tengo que encontrar a los dos nuevos alumnos que han llegado hace unas pocas horas- Me despedí con un toque al gran arbol en una de sus ramas y con una sonrisa al otro muchacho a la vez que movía mis dedos en modo de despedida, giré mis pasos para volver a mirar la carpeta y susurrar ambos nombres -Arion Nyx, Eccho Fagus...-
Mika Tanner- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Ver hablar a un Ent siempre era un espectáculo, un espectáculo especialmente lento. Su voz era profunda y llena de crujidos propios de la madera, pronunciaba las sílabas con cuidado y pensándolas mucho, Un ent nunca decía más de lo necesario. Reí, encantado como un niño ante la voz del ent, una risa clara, limpia y armoniosa. El hecho de que hubiese olvidado su ropa era divertido, pero yo reía por su voz, por su cadencia, era como escuchar la música de la tierra. Algo antiguo y poderoso.
-No es como si tuvieseis que disculparos por nada, hasta donde yo se esto es un lugar público, en todo caso yo habría tenido que tener más cuidado si no quería que me escuchasen. -Sonreí tranquilizador a la muchacha mientras cambiaba mi peso de una pata a otra. Realmente no podía decir que me hubiese molestado que me escuchasen tocar, pero tal vez si que me sentía como se habría sentido el ent de haber perdido su ropa y tenido que caminar hasta su habitación desnudo. No era agradable, pero el bochorno pasaría.
Escuché a la muchacha hablar y despedirse, la verdad es que tenía una voz hermosa, suave y deliciosa. Lo que dijo me sorprendió un tanto, observándola nadie habría esperado que fuese mucho mayor que yo, y mucho menos que fuese profesora. El hecho añadido de que además me estuviese buscando a mi en concreto hacía que nuestro fortuito encuentro fuese aún más increíble. Recogí con decisión una ramíta del suelo y caminé hacía ella mientras la escondía entre mis manos ahuecadas. Sonreí como un niño a punto de hacer una travesura. Cogí aire y solté mi aliento entre mis manos, con delicadeza. Cuando volví a abrirlas había en ellas una delicada flor con pétalos de color azul cerúleo. Una anémone cerúlea, una planta común en el norte, pero no por ello menos hermosa. Se la entregué con una sonrisa. Esa flor no se marchitaría durante mucho tiempo pues mi Gramm la había creado y la mantendría.
-Puede que hoy sea tu día de suerte, mi nombre es Arion Nyx y acabo de llegar hace unas horas a este lugar. Encantado de conocerte. -Y de nuevo reí como lo había hecho al escuchar la voz del ent.
-No es como si tuvieseis que disculparos por nada, hasta donde yo se esto es un lugar público, en todo caso yo habría tenido que tener más cuidado si no quería que me escuchasen. -Sonreí tranquilizador a la muchacha mientras cambiaba mi peso de una pata a otra. Realmente no podía decir que me hubiese molestado que me escuchasen tocar, pero tal vez si que me sentía como se habría sentido el ent de haber perdido su ropa y tenido que caminar hasta su habitación desnudo. No era agradable, pero el bochorno pasaría.
Escuché a la muchacha hablar y despedirse, la verdad es que tenía una voz hermosa, suave y deliciosa. Lo que dijo me sorprendió un tanto, observándola nadie habría esperado que fuese mucho mayor que yo, y mucho menos que fuese profesora. El hecho añadido de que además me estuviese buscando a mi en concreto hacía que nuestro fortuito encuentro fuese aún más increíble. Recogí con decisión una ramíta del suelo y caminé hacía ella mientras la escondía entre mis manos ahuecadas. Sonreí como un niño a punto de hacer una travesura. Cogí aire y solté mi aliento entre mis manos, con delicadeza. Cuando volví a abrirlas había en ellas una delicada flor con pétalos de color azul cerúleo. Una anémone cerúlea, una planta común en el norte, pero no por ello menos hermosa. Se la entregué con una sonrisa. Esa flor no se marchitaría durante mucho tiempo pues mi Gramm la había creado y la mantendría.
-Puede que hoy sea tu día de suerte, mi nombre es Arion Nyx y acabo de llegar hace unas horas a este lugar. Encantado de conocerte. -Y de nuevo reí como lo había hecho al escuchar la voz del ent.
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Re: Placid song [Libre]
Recogí con cuidado las ropas que me había dejado minutos antes y las guardé entre las ramas. Cuando me transformara de nuevo tendría que recordar donde las dejaba para evitar futuros disgustos, solo que esta vez echaba tanto de menos sentirme libre rodeado de vegetación que había olvidado completamente donde estaba.
Y encima, aquela chica tan maja que la había recogido era una profesora. !Una profesora! Y yo desnudo y dejándome la ropa tirada. Comencé a sentir una verguenza enorme hasta que caí en la cuenta de que me encontraba en forma ent y ella no podía reconocerme. Cuando la viera por los pasillos yo la reconocería pero ella a mi no por lo que suspiré aliviado.
Solo hasta que escuché mi nombre. Eccho. fue lo único que alcancé a decir. Un sudor frío comenzó a caer por mi frente, bueno, una gota de savia caía por la corteza. No -Respiré profundamente y tomé la decisión de dar la cara a pesar de la verguenza que tenía. mirar. Me giré y alejándome varios pasos comencé a transformarme.
Las ramas comenzaron a hacerse más pequeñas hasta que quedaban solo dos, las raíces empezaron a desaparecer, la parte baja del tronco empezó a dividirse en dos, las hojas empezaron a oscurecerse y alargarse haciendo más similares al cabello humano. Pasaron varios segundos hasta que tomé consciencia de mi mismo en forma humana y me vestí rápido esperando que no hubieran visto nada.
Y encima, aquela chica tan maja que la había recogido era una profesora. !Una profesora! Y yo desnudo y dejándome la ropa tirada. Comencé a sentir una verguenza enorme hasta que caí en la cuenta de que me encontraba en forma ent y ella no podía reconocerme. Cuando la viera por los pasillos yo la reconocería pero ella a mi no por lo que suspiré aliviado.
Solo hasta que escuché mi nombre. Eccho. fue lo único que alcancé a decir. Un sudor frío comenzó a caer por mi frente, bueno, una gota de savia caía por la corteza. No -Respiré profundamente y tomé la decisión de dar la cara a pesar de la verguenza que tenía. mirar. Me giré y alejándome varios pasos comencé a transformarme.
Las ramas comenzaron a hacerse más pequeñas hasta que quedaban solo dos, las raíces empezaron a desaparecer, la parte baja del tronco empezó a dividirse en dos, las hojas empezaron a oscurecerse y alargarse haciendo más similares al cabello humano. Pasaron varios segundos hasta que tomé consciencia de mi mismo en forma humana y me vestí rápido esperando que no hubieran visto nada.
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Re: Placid song [Libre]
Había dado ya suficientes pasos como para huir de la escena, me había despedido de la forma mas amable que había podido y aún así el crujido de los pasos ajenos me hicieron voltear un tanto. Mis ojos color almendra se fijaron en el fauno, mi cabeza se alzó para poder observar lo que tras sus manos se escondía a mi vista. La inquietud pudo con mis deberes como profesora, la naturaleza, la vida y todo lo que tenía que ver con ella llenaba mi espíritu natural. Mis ojos brillaron y tras mis labios solo pude soltar una exclamación ahogada y un sonido mas que aprobatorio, la flor ahora vibrante de vida reclamaba atención con ese azul brillante como el cielo. En silencio seguí la silueta del fauno mientras extendía mi mano y tomaba posesión de aquella dulzura. Mis dedos se adhirieron rápidamente al tacto suave propio de las flores que había imitado y aun que nunca hubiese podido decir cuanto tenía aquella maravilla de verdad, tampoco sabía decir que aquello no era cierto y que la ilusión se desharía en breves.
Escuché sus palabras, no sin sorprenderme antes, no sin fruncir con suavidad el ceño; no como alguien que estuviese enfadada, sino mas bien como una madre que reprobaba una actitud y que aún asi no podía ocultar la dulzura de sus ojos y acciones. Alcé la carpeta mientras aún sostenía la flor con la mano contraria y golpeé la cabeza del muchacho que a partir de ese momento estaría a mi cargo. Fue un golpe suave que remarcaba aquella mirada que intentaba verse severa. -Debiste haber avisado, llevo rato buscándote Arion- Tras esas palabras simplemente la sonrisa salió sola por la comisura de mi boca. -Pero me alegro de haberte encontrado y conocido, mi nombre es Mika Tanner y seré tu tutora a partir de ahora-
Sin embargo y aun que todo aquello hubiese sido toda una experiencia para mi que poco había tratado con gente de otras especies mas de lo necesario, aquella no fue la única sorpresa que me aguardaba el día y tras escuchar la voz calmada y potente del Ent aquella mirada que se centraba en el peliazul se dirigió al árbol. Tardé en saber, tardé en comprender del todo las palabras lentas y al principio inconexas y no fue hasta que sus ramas comenzaron a desaparecer que me di cuenta de las intenciones ajenas. -No deberías hacerlo tan a la ligera en un lugar público- reproché quedamente, con aquel suave color durazno remarcando mis mejillas, a veces la actitud adolescente tomaba un camino desvergonzado e inocente que chocaba con mi forma de pensar o de ser, y que para bien o para mal remarcaba la parte mas tímida.
Esperé hasta que él mismo aceptase estar listo ante las miradas ajenas mientras ponía con cierto cariño aquella flor en mi diadema, enredándola sin estropearla ni un ápice. -Bien, supongo que entonces ¿tu eres Eccho?- Pregunté mientras mi mirada se concentraba en el pequeño papel ante mi.
Escuché sus palabras, no sin sorprenderme antes, no sin fruncir con suavidad el ceño; no como alguien que estuviese enfadada, sino mas bien como una madre que reprobaba una actitud y que aún asi no podía ocultar la dulzura de sus ojos y acciones. Alcé la carpeta mientras aún sostenía la flor con la mano contraria y golpeé la cabeza del muchacho que a partir de ese momento estaría a mi cargo. Fue un golpe suave que remarcaba aquella mirada que intentaba verse severa. -Debiste haber avisado, llevo rato buscándote Arion- Tras esas palabras simplemente la sonrisa salió sola por la comisura de mi boca. -Pero me alegro de haberte encontrado y conocido, mi nombre es Mika Tanner y seré tu tutora a partir de ahora-
Sin embargo y aun que todo aquello hubiese sido toda una experiencia para mi que poco había tratado con gente de otras especies mas de lo necesario, aquella no fue la única sorpresa que me aguardaba el día y tras escuchar la voz calmada y potente del Ent aquella mirada que se centraba en el peliazul se dirigió al árbol. Tardé en saber, tardé en comprender del todo las palabras lentas y al principio inconexas y no fue hasta que sus ramas comenzaron a desaparecer que me di cuenta de las intenciones ajenas. -No deberías hacerlo tan a la ligera en un lugar público- reproché quedamente, con aquel suave color durazno remarcando mis mejillas, a veces la actitud adolescente tomaba un camino desvergonzado e inocente que chocaba con mi forma de pensar o de ser, y que para bien o para mal remarcaba la parte mas tímida.
Esperé hasta que él mismo aceptase estar listo ante las miradas ajenas mientras ponía con cierto cariño aquella flor en mi diadema, enredándola sin estropearla ni un ápice. -Bien, supongo que entonces ¿tu eres Eccho?- Pregunté mientras mi mirada se concentraba en el pequeño papel ante mi.
Mika Tanner- Sexo :
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Re: Placid song [Libre]
Sonreí cuando la carpeta de aquella profesora golpeó mi cabeza y saqué la lengua un poco en plan juguetón. Había sido un golpe cariñoso y para nada doloroso así que me dispuse a contraatacar con toda la elegancia de la que es capaz un chico de 16 años. Hinché mis mofletes y fruncí el entrecejo fingiendo indignación.
-¿Como iba a avisarte si no sabía que me andabas buscando? Solo soy un pobre fauno, no es como si fuese el oráculo de Delfos o algo así. -Acto seguido recuperé mi sonrisa infantil y continué hablando. -Yo también me alegro de que me hayas encontrado Mika.
En ese momento la voz del ent retumbó de nuevo, con la cadencia de la tierra, con el peso de algo antiguo, era una voz maravillosa. De nuevo la risa surgió de mi interior, era algo superior a mis fuerzas. Pero esta vez era distinto, esta vez me reía no solo por su voz, si no también por lo que había dicho. ¿Que clase de casualidad era esta? A mi padre siempre le gustaba decir que las Moiras tenían sentido del humor, supongo que ahora lo entendía. Pero lo mejor aún estaba por venir, el Eccho comenzó a destransformarse, el crujido de sus ramas al desaparecer era como música para mis oídos pero eso no era lo importante, no al menos ahora. Lo importante es que estaba desnudo y la ropa se la había tenido que traer la que iba a ser su tutora. No pude evitarlo y caí al suelo con las manos en mi vientre riendo descontroladamente. Ya era malo tener que destransformarse en público, pero tener que hacerlo delante de tu tutora tenía que ser lo peor. Lo mejor era que Mika se había quedado tan desconcertada que lo único que había podido hacer era darle un leve reproche. Nunca me había reído tanto, incluso estaba llorando de la risa. Cuando pude parar de reír me senté y les sonreí a ambos.
-Parece que ya nos hemos conocido por completo ¿Eh? -Y acto seguido comencé a reir de nuevo con esa risa clara como el cristal e inocente como la de un niño.
-¿Como iba a avisarte si no sabía que me andabas buscando? Solo soy un pobre fauno, no es como si fuese el oráculo de Delfos o algo así. -Acto seguido recuperé mi sonrisa infantil y continué hablando. -Yo también me alegro de que me hayas encontrado Mika.
En ese momento la voz del ent retumbó de nuevo, con la cadencia de la tierra, con el peso de algo antiguo, era una voz maravillosa. De nuevo la risa surgió de mi interior, era algo superior a mis fuerzas. Pero esta vez era distinto, esta vez me reía no solo por su voz, si no también por lo que había dicho. ¿Que clase de casualidad era esta? A mi padre siempre le gustaba decir que las Moiras tenían sentido del humor, supongo que ahora lo entendía. Pero lo mejor aún estaba por venir, el Eccho comenzó a destransformarse, el crujido de sus ramas al desaparecer era como música para mis oídos pero eso no era lo importante, no al menos ahora. Lo importante es que estaba desnudo y la ropa se la había tenido que traer la que iba a ser su tutora. No pude evitarlo y caí al suelo con las manos en mi vientre riendo descontroladamente. Ya era malo tener que destransformarse en público, pero tener que hacerlo delante de tu tutora tenía que ser lo peor. Lo mejor era que Mika se había quedado tan desconcertada que lo único que había podido hacer era darle un leve reproche. Nunca me había reído tanto, incluso estaba llorando de la risa. Cuando pude parar de reír me senté y les sonreí a ambos.
-Parece que ya nos hemos conocido por completo ¿Eh? -Y acto seguido comencé a reir de nuevo con esa risa clara como el cristal e inocente como la de un niño.
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Re: Placid song [Libre]
Una vez vestido me giré para afrontar el problema que tenía entre manos. Acababa de presentarme desnudo ante la tutora que iba a ayudarme y supervisarme durante todos los años que durara mi educación en el centro. Tenía muchas ganas de irme corriendo por la verguenza que sentía, era lo lógico y más teniendo en cuenta que a pesar de todos los años de vida que tenía seguía siendo un adolescente.
Decidí no irme corriendo, no sería una buena imagen para la profesora. Lo que me animó a frontar el problema como un "adulto" era la risa de aquel sátiro que parecía apunto de derrumbarse. Me acerqué a aquella mujer que acababa de regañarme suavemente y la tendí la mano. Buenos días señorita. Lamento profundamente el espectáculo que acabo de dar. Debo pedir disculpas. El trayecto fue largo y sentí la necesidad de tomar contacto con estos maravillos jardines que tan afamada escuela posee. Mi nombre es Eccho Fagus y deseo poder dar la talla. Lo lamento de nuevo. -Hice gala de todas las buenas palabras que pude usar. Mi objetivo era ser político y eso conllevaba obligatoriamente saber hablar en público.
Observé como a mi lado aquel ser llamado Arion seguía riendose como un loco. Le acababa de conocer pero ya me caía bien. Además de que tenía cierto don con la naturaleza y solo estar a su lado me reconfortaba.
Decidí no irme corriendo, no sería una buena imagen para la profesora. Lo que me animó a frontar el problema como un "adulto" era la risa de aquel sátiro que parecía apunto de derrumbarse. Me acerqué a aquella mujer que acababa de regañarme suavemente y la tendí la mano. Buenos días señorita. Lamento profundamente el espectáculo que acabo de dar. Debo pedir disculpas. El trayecto fue largo y sentí la necesidad de tomar contacto con estos maravillos jardines que tan afamada escuela posee. Mi nombre es Eccho Fagus y deseo poder dar la talla. Lo lamento de nuevo. -Hice gala de todas las buenas palabras que pude usar. Mi objetivo era ser político y eso conllevaba obligatoriamente saber hablar en público.
Observé como a mi lado aquel ser llamado Arion seguía riendose como un loco. Le acababa de conocer pero ya me caía bien. Además de que tenía cierto don con la naturaleza y solo estar a su lado me reconfortaba.
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