Raist, the mage

NOMBRE COMPLETO:
Raist

Apodos:
Rai/Zippo

FECHA DE NACIMIENTO:
13-Junio-1997

EDAD:
18 años

SEXO:
Masculino

ORIENTACIÓN SEXUAL:
Homosexual

RAZA:
Mago

Carrera:
Filosofía

Grado:
Primero

Fraternidad:
Volk's

DESCRIPCIÓN FÍSICA:
Normalmente nos mienten, nos dicen que la personalidad es mucho más importante que el físico, cuando en realidad la primera impresión que nos causa una persona viene influencia por su apariencia. A primera vista, Raist parece un muchacho sencillo, del montón... Su cuerpo es delgado y esbelto, de piel pálida. Sus manos son finas, de dedos delgados y uñas bien cuidadas. Su cabello es blanco, casi traslúcido, cortado de tal modo que enmarca su fino rostro en forma de corazón, de barbilla puntiaguda y pómulos redondeados. Sus ojos son amarillentos, enmarcados por tupidas pestañas oscuras que intensifican más aún su mirada. Es bajito, discreto... aunque siempre termina llamando la atención.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA:
“Corre, huye… salta, intenta evitarme. Sabes que no puedes escapar. Porque aquellos que hemos estado malditos sabemos lo que es mirar al peligro a la cara sin poder escondernos de él. Ahora… grita”.

El mundo ha avanzado con el paso de los años, las décadas, los siglos… Los primeros homínidos, eran seres que se movían en grupo y cazaban en manadas con tal de sobrevivir y ayudar a los suyos. Poco a poco, a medida que la mentalidad humana se desarrolló, llegaron las envidias, los celos y congojas. El ansia de poder convirtió a las personas en seres avaros, con ganas de comerse el mundo y machacar a los demás en el proceso. Raist fue criado en un mundo de corrupción, donde el pez pequeño es comido por el más grande, y el dinero y la ambición es capaz de controlarlo todo. Fue instruido para ser implacable, despiadado y aprovechado… y ha cumplido con dichas meretrices al pie de la letra. Obstinado, cabezota… sabe cuáles son sus fines, se marca un propósito y no deja que nada ni nadie lo desvíe de su camino. Sádico como el que más, disfruta haciendo enfadar a aquellos que le rodean y observando sus reacciones.

“Mis cálculos son perfectos, mi magia es perfecta… y tú eres una basura que va a acabar incinerada”.

Es metódico, firme. Planea cada uno de sus movimientos y palabras con tesón, antes de dar el siguiente paso. Controlador y frío como un témpano de hielo, detesta que las cosas se salgan de su guión, pero sabe recuperar rápido el control de la situación las escasas ocasiones en las que esto ha sucedido. Meticuloso y perfeccionista, lo que exige a los demás no es ni la mitad de lo que se exige a sí mismo y a sus habilidades. Nadie sabe en lo que está pensando, es opaco como el metal… y disfruta sabiendo que pocas personas son conocedoras de sus miles de secretos.

“Sangre, gritos… destrucción. Son como música para mis oídos y alimento para mi alma podrida”.

Sádico, sarcástico… con un humor peculiar. Para él el riesgo es como su forma de vida, su sangre… Adora la adrenalina por encima de todas las cosas y no le tiene ningún miedo a la muerte, pues ya la ha burlado en más de una ocasión. Disfruta causando el mal a los demás, descifrando sus movimientos y utilizando sus más aciagos miedos en su contra. Ríe cuando los demás lloran, no siente cuando los demás suplican… Muchos dirían incluso que ha perdido por completo su humanidad, aunque tampoco es que se deje conocer como para ser juzgado. Es directo, conciso… aunque no tiene ningún inconveniente en mentir si con ello puede causar daños y perjuicios a los demás o hacer mejor su trabajo.

“El amor es para necios, el odio para los que son como yo: guapos sin intenciones de serlo”.

Nunca ha tenido buenos amigos, es un lobo solitario que actúa por su cuenta y desconoce por completo los beneficios del trabajo en equipo. Para él los allegados son como un tumor, que es mejor extirpar antes de que provoquen su declive. Tampoco tiene amantes de ningún tipo… aunque desde luego se considera un ser seductor, un casanova innato que pese a los deseos de muchos… jamás llegará a consumar ninguno de sus coqueteos. Es… muy él.

“Nadie sabe quién soy, de dónde vengo o a dónde quiero ir. No necesito a nadie que me recuerde el afecto porque soy incapaz de sentirlo. No os preocupéis por mí porque vosotros me importáis una mierda".

GUSTOS:
-El olor a quemado y el fuego
-La lectura
-El silencio
-Tocar las narices

DISGUSTOS:
-Los niños
-Que le den órdenes
-El romanticismo

HABILIDADES:
-Es bueno tocando música, concretamente el violín y el piano.
-Se le da bien la cocina
PODERES:
-Invoca y manipula el fuego, pero sólo una vez cada dos turnos.
-Puede teletransportarse tres metros en la dirección que esté mirando hasta dos veces por tema, y siempre teniendo que esperar dos turnos antes de volver a hacerlo.
-Es capaz de crear una barrera protectora de energía en torno a sí mismo, temporal... dura apenas unos diez segundos y únicamente puede usarla en una ocasión a lo largo del tema.

DEBILIDAD:
-Se agota con facilidad, tiene que descansar al menos un turno antes de volver a usar un hechizo de fuego y dos para teletransportarse.
-No puede hacer magia muy seguido, de hecho intenta rehuir cualquier enfrentamiento directo.
-Se le desconcentra con facilidad y no puede lanzar hechizos de ningún tipo cuando esto sucede

ARMAS:
Ninguna.

HISTORIA:
La noche se cernía oscura y temperamental sobre las calles poco transitadas de un Londres que todavía sufría en carne propia los efectos de la juventud: locales de mala vida cuyos rojos letreros luminosos amenazaban las tinieblas de medianoche, sex-shops cuyas puertas seguían abiertas para cualquiera que quisiese frecuentarlos a deshoras, centros con máquinas dispensadoras de snacks que estaban abiertos las veinticuatro horas del día… Y a través de toda esa decadencia, ese olor a alcohol y a humo podrido, una mujer corría huyendo de su esposo y sosteniendo entre sus temblorosos brazos un pequeño bulto envuelto en mantas, que de vez en cuando emitía algún que otro infantil sollozo. El rostro de la desconocida era hermoso, de rasgos casi felinos, pero se veía marcado por la evidente preocupación. La fuga no le estaba resultando fácil, pues sus pies estaban calzados únicamente con unas sandalias que le ofrecían más bien poca sujeción y que, al final, terminaron por hacerla tropezar. Quedó tendida sobre los adoquines aún húmedos por la lluvia del día anterior, con el pequeño fardo alejado de sus manos a unos cuantos centímetros de su derribado cuerpo. Intentó alcanzarlo, intentó llegar hasta él con desesperación… pero el sonido de un disparo rasgó la noche, justo cuando esa furtiva bala alcanzaba su pecho arrebatándole la vida prácticamente en el acto. El marido de la difunta alejó de sí el cuerpo con una patada desinteresada, y recogió el bulto de mantas del suelo. A esas alturas de la historia, ya podía preverse que un bebé anidaba entre todas esas sábanas, un bebé cuyo padre estaba recuperando… muy a pesar de la voluntad de su fallecida esposa. No tardó en desaparecer del lugar, amparado en por las sombras y llevándose consigo a ese pequeño bebé que, sin apenas haberse dado cuenta, ya había perdido a su progenitora.

Nunca lo supo, nunca se lo dijeron… principalmente porque su padre, un hombre de armas tomar llamado Darek, jamás lo dejó salir del hogar familiar. Desde su más tierna infancia, Raist supo que no era un chico como los demás, y su padre le explicó que le venía de familia y que era un brujo, que llegaría a ser muy poderoso si cultivaba lo suficiente sus habilidades. Animado por la ambición de su progenitor, Raist dedicó su cuerpo y su alma desde niño a fortalecerse, aprender conjuros, pactos y distintos filtros, que poco a poco pudo aplicar a su vida cotidiana. Siempre, claro, sin dejar de lado su educación cotidiana, la cual podía ampliar gracias a los profesores privados que contrataban para él y que acudían a darle clases a domicilio. Así entre literatura y geografía, practicaba distintos rituales de invocación demoniaca que, por suerte, tenían bastante contento a su padre. Darek estaba seguro de que si bien su retoño era capaz de hacer poderosos hechizos a tan temprana edad, cuando terminase de desarrollarse sería todo un descubrimiento, un objeto que poder usar para conseguir sus propósitos.

Los años pasaron, y pese a lo que muchos opinen… la verdad siempre sale a la luz. Una de las empleadas del hogar, despedida recientemente, se desahogó con el joven y le confesó lo que ella bien sabía… que Darek había matado a la madre de Raist tiempo atrás, a sangre fría en un callejón. Horrorizado por su descubrimiento, el muchacho huyó de casa y se lanzó a la vida callejera, donde prácticamente perdió el norte, agobiado por la sensación de haber estado sirviendo a la persona que le había fastidiado la vida. Cometió fechorías, arriesgó su vida y su mente simplemente porque no le importaba ya su existencia… hasta el día de hoy. Aburrido por la monotonía que ha invadido su vida, ha decidido experimentar algo nuevo y ha viajado a Alemania… ingresando en Solche Prestige para estudiar psicología  e intentar labrarse un futuro diferente… intentar, no conseguir.


OTROS DATOS:
-Tiene un tatuaje de una flor morada en la cadera izquierda
-Tiene cierto pánico a ser tocado, así que rehuye el contacto físico

APARIENCIA:

Spoiler:

"Que han vertido en ti cien pueblos para que pintes de azul sus largas noches de invierno. A fuerza de desventuras tu alma es profunda y oscura''

Nombre real del personaje:
Tsurumaru Kuninaga

Nombre del anime/manga/videojuego, etc: Touken Ranbu

¡Ficha aceptada!

¡Felicidades por tener la ficha aceptada a la primera! Y... ¡Bienvenido a Solche Prestige!

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