Hasta el cansancio > Libre <

Se podía escuchar el golpeteo de una pelota rebotar con fuerza en la pared creando eco en toda la cancha. ¿La causante? aquella rubia que con su raqueta golpeaba de la pelota una y otra vez con fuerza y determinación se movía con velocidad y agilidad evitando que la pelota se le escapara, y en tal caso de que eso sucediera solo era cuestión de tomar otra pelota y comenzar de nuevo.

Scar era muy buena en toda clase de deportes y le gustaba jugarlos todos por igual, pero si le preguntaran cual elegiría entre todos ella siempre respondería sin dudar que el tenis, este siempre había sido su preferido desde que, en su vida como ángel, lo había visto por primera vez. Incluso puede recordar las veces, cuando su hogar era el cielo como jugaba con sus hermanos ángeles por incontables horas sin cansancio alguno. Esos momentos si que solían ser divertidos para ella.  

Lanzo un suspiro a la vez que sus azulados ojos observaban a la pelota que anteriormente rebotaba de la pared a su raqueta y viceversa, como tomaba un rumbo diferente rodando por el piso de la cancha hasta terminar en la otra punta de donde ella se encontraba; hay iba otra pelota perdida. Igual no le dio importancia y secando los sudores que perlaban su frente - provocando así que sus flequillos que adornaban la misma se pegaran - y regularizaba su respiración fue a buscar mas por lo cual su sorpresa fue grande cuando se dio cuenta que aquella había sido la última - bueno creo que no me queda de otra que comenzar a buscarlas de nuevo - lanzo un resoplido antes de tomar un trago de agua de su termo para calmar su sed y con desgana tomar la canasta y comenzar a recogerlas, con toda la pereza del mundo procurando que con cada agachada no se llegaran a ver sus panties rosas de coranzocitos debajo de su cortas faldas deportivas aunque después que cayo en el detalle de que no había nadie que la pudiera ver se olvido de ese pequeño detalle. No fue hasta que un ruido tras sus espalda, que llamo su atención, no pudo darse cuenta que en realidad si la estaban viendo.

Scarlet debió de admitir, con total sorpresa que en verdad se encontraba muy concentrada en su trabajo físico para no percatarse que un buen grupo de estudiantes habían entrado a las canchas para practicar otra clase de deporte que bien conocía como baloncesto, y que todos ellos pertenencia al sexo masculino, ese que tanto le llamaba la atención - como si de una abeja a la miel se tratara - y los cuales provocaran que su mente se llenaran de tantas perversidades totalmente prohibidas a menores de dieciocho años o a cualquier ser demasiado inocentes. Porque si señores, Scar era toda una pervertida en potencia.

Y en cierto punto la rubia ni siquiera sabia como reaccionar al echo de que uno de esos chicos se le había acercado, justo el mismo que había llamado su atención dándole a entender que no se encontraba sola precisamente y que encima que estaba mostrando su panties hecho que le dio a entender que aquel joven había tenido una buenas vista por el comentario del mismo.

La rubia lo observo, podría decirse que, descaradamente mientras que con un par de pasos reducía un poco mas la distancia que se marcaba entre ellos - oh, gracias - una pequeña sonrisa se asomo en sus labios antes de ser relamidos por su dueña mientras sus azulados lo repasaban una vez mas, vaya que de verdad era guapo y tenia ese aire de indiferencia que provocaba que la rubia se peleara internamente con su braga para que se mantuviera en su lugar - a decir verdad nos es que sea mi mejor conjunto - levemente mordió su labio inferior, pero es que ese chico desprenda sexualidad por donde sea y ella era de las que fácilmente caían en las tentaciones - aunque... - acorto mucho mas la distancia donde solo centímetros los separaban esta vez - si gustas, puedo mostrártelo cuando quieras - susurro traviesa y antes de tomar una distancia prudente nuevamente, tomo entre sus mano aquella pequeña pelota amarilla que él tenia en sus manos para luego sonreír de lo mas radiante e inocente como si nada hubiera sucedido hace unos instantes.

¡Claro! Es mas divertido jugar con otra persona que contigo misma - contesto a su anterior pregunta un tanto emocionada de poder jugar con alguien mas que no sea una pared - creo que hay raquetas de repuesto en el armario de allá - señaló con su dedo el área que se encontraba atrás de ella adivinando que era eso lo que buscaba con la mirada al ver que no tenia una - puedes buscar una en lo que yo recojo las pelotas faltantes - dijo volviendo a tomar la canasta, que anteriormente había dejado tras el suceso que paso hace unos minutos atrás, - por cierto, me llamo Scarlet - se presento para luego seguir buscando las pequeñas pelotas amarillas que estaban regadas a sus ansias.