Entre golpes y cuadernos

Artemisa sujetaba entre su brazo derecho el libro de anatomía, mientras que el izquierdo como siempre dirigía su  bastón para impedir que la joven cayera o tropezará con algo. No era capaz de imaginar su vida sin el, podría suponer un simple palo, para ella lo era todo, su único sustento. Sabía que algunos sobre todo los demonios tenían a reírse de su imagen incluso más de uno solía intentar arrebatárselo, algo que siempre desencadenaba en una pelea de la cual siempre salía mal parada.

Agradecía el calor que los rayos del sol le proporcionaba hacia una día fantástico para trabajar en el pequeño huerto que tenia en le jardín. No sabía si estaba permitido o no cultivar algo en los jardines de la institución pero nadie le había dicho nada, y el jardinero se comportaba de forma realmente encantadora cuando le ayudaba a regar y otras tareas. Había conseguido tener unas flores preciosas, las rosas y los tulipanes habían  florecido hace poco y el tacto de sus pétalos era realmente suave. Al no disponer de muchos amigos tenía mucho tiempo para dedicarlo en el cuidado de su huerto.

Mientras caminaba en dirección al lugar sus pensamientos se vieron interrumpidos ante los fuertes gritos de sus compañeros. Sería ciega, pero capaz de saber que estaba sucediendo algo de gran importante en pleno pasillo. Un aparte de ella quería alejarse de todo ese alejo solía caerse o tropezarse cuando había un gentío pero la curiosidad pudo con ella. Conforme mas se acercaba con mas claridad podía saber que se trataba de una pelea.

- Mirad es el temible Krieg, será mejor no meterse, pobre chico acabara aplastado- susurraba un muchacho que se mantenía alejado del circulo, su tono de voz delataba un miedo terrible.

- Lo matará si sigue así- le respondió otro joven con una preocupación aun mayor- Tendríamos  que llamar a un profesor pero si se entera yo seré el siguiente

Qué clase de persona podía tener una fama así. Aunque al escuchar aquel nombre su vuelvo dio un corazón, no sabía muy bien por qué, ni siquiera lo conocía, pero sus latidos parecía reaccionar de una forma singular ante ese nombre.

No puedo evitar sentirse preocupada y en cierta parte indignada por la defendería y pasividad de su compañeros. Cómo podían quedarse parado mientras un abusón se aprovechaba de su fuerza y maltrataba a un pobre indefenso. No dudo ni un solo momento y usando su bastón par abrirse paso entre a multitud llegó hasta donde por su oído podía percibir que se encontraba le susodicho y el muchacho

- !Pare por favor¡- le gritó con fuerza intentando ocultar el miedo que se reflejaba en la mano que sostenía el bastón- Suelta al muchacho, no creo que nadie se merezca esos golpes, por favor suéltalo, será lo mejor para los dos, no creo que sea bueno para ti meterte en problemas con el director - intentaba razonar con él  incluso calmarlo, tenía que impedir que siguiera golpeando aquel muchacho

El silencio se hizo completamente, la escena resultaba entre ridícula y fascinante la famosa ciega enfrentados al abominable y diabólico Krieg, la gente estaba dudando si la muchacha era tonta o valiente.Artemisa sin embargo se sentía tremendamente pequeña e incluso mareada el olor sangre que había impregnado el ambiente.

-Suéltalo o me veré obligada a llamar a un profesor- apretaba con fuerza su bastón para intentar calmarse , el aire le faltaba y le la boca se le quedaba totalmente seca.

No podía verlo si sentir su energía y por lo que podía percibir era un energía llena de odio y rabia.Avanzó guiándose por sus instinto en dirección a lo que sería la victima, tenía que curar sus heridas, era un ángel y había nacido  para sanar a los demás. Sin embargo algo se colocó en su camino